miércoles, 19 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli XV

Hoy he conocido a un individuo sin duda espectacular. Su nombre Ralph Viggun o Ralphie como le gustan que le llamen en mi nueva casa.
Ralphie es un joven motero de no más de 20 años. Viste de cuero y cadenas como todo buen motero de la especie y es el manitas del lugar.
Me han encargado ayudarle en todo lo que me necesite, así que hemos estado arreglando el motor de un viejo Hammer, una máquina impresionante. Sin duda dentro de él no pueden llegar los zombies; aunque tengo la sensación de que sería como una lata de sardinas, llegado el momento.
Pues bien, Ralphie me ha pedido que le enseñe... a dibujar. No sé como pero el chico se ha enterado de mi anterior profesión así que mientras me enseña a comprobar aceites, reparar cristales y sondear turbinas yo le enseño a dibujar.

Nunca me había imaginado como profesor de algo Nessie, y no es algo que me incomode al fin y al cabo...

lunes, 17 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli XIV

Te preguntarás Nessie el porque de no escribirte durante estos últimos días. El viaje ha sido cansado y sin reposo alguno. Morgan me ha demostrado una fortaleza más allá de toda lógica. Es un hombre incansable que hasta cuando yo me demoraba aprovechaba el tiempo para busar rastros y pistas en las cercanías. Lo más raro es que no le he visto dormir ni tan siquiera un instante. Cuando dormía siempre me acostaba primero y cuando me levantaba él ya estaba en píe. Insólitos estos predicadores. La verdad es que me empieza a dar un poco de resquemor...

Hemos atravesado un pequeño bosque de las inmediaciones. No hubiera sido capaz de guiarme a través del bosque y se me ocurrió tarde fijarme en la ruta. Espero no tener que necesitar esa información algún día.
Hoy por fín hemos llegado a destino y ahora me encuentro arropado en mi cama. Mi nuevo hogar es un establo pero en peores sitios he estado. La gente aquí es agradable y he conocido a George con el que hablaba por radio. Me da un poco de envidia que sea él el que esté radiando pero es normal, él estaba antes. Quizás algún día me deje a mí para recordar mi trabajo pasado.
Mañana me asignarán la tarea. De nuevo te mantendré informado Nessie.

PD: He intentado agradecerle a Morgan su compañía durante el viaje pero ya se había ido. Como un fantasma...

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli XIII

Ni una despedida... nada de nada.
Esta mañana he abandonado la granja junto a Morgan y me he encaminado hacía el sector B... nadie se ha despedido de mí. A medida que mis pasos rebotaban contra el suelo mi corazón iba perdiendo peso. Me encontraba libre, una sensación extraña y maravillosa. Quizás mi mente se había acostumbrado ya a aquello y acallado mi alma... ahora nadie la retenía.
No pido que lo entiendas Nessie, sólo que me dejes disfrutarlo. No quería morir allí. Ese no es mi destino.

Morgan es un individuo raro. No por ser un predicador propiamente dicho, sino por los continuos tics que asolan su cuerpo. Siempre parece querer mirar atrás y a veces se para en seco solo para olisquear el ambiente. He supuesto que llevaba tiempo encargandose de las vallas y su manera de sobrevivir era esa. Una manera paranoica.
Su pelo está sucio y dejado, excesivamente largo. Me lo imagino con una calvicie incipiente tapada por su sombrero negro de ala ancha. La gabardina también se encarga de ocultar su cuerpo de maestro de la lucha libre, me recuerda a aquél luchador, "Undertaker" creo que se llamaba. Que ironía de nombre ahora que los que nos entierran son los muertos...
De todo esto ha habido una cosa que me ha escamado, suelo fijarme en los detalles y creo que nuestro predicador no lleva alzacuellos Nessie. Eso no debería ser así... pero no hay manera de comprobarlo. Su gabardina le tapa también el cuello. Esperaré a comentarte más.

El terreno por el que nos movemos es tierra y campos, planicie americana. Veo campos de trigos a los costados dónde cabe la posibilidad de esconderse casi por entero... o que alguien esté escondido.

Es hora de volver a caminar. Creo que por hoy ya sabes demasiado Nessie. No me gustaría tener que matarte.

martes, 11 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli XII

Mañana abandono esta comuna, Nessie, y en contra de lo que me pensaba la idea no me preocupa en exceso. Es más, en lugar de recapacitar sobre mis próximos pasos a tomar mi mente barrunta en perforar ese chochito caliente llamado Rosita.
Cada vez que me tumbo mi mano comienza a masajearme y mi imaginación piensa en ella... sé que no es amor, es la necesidad imporiosa de tener algo que me recuerde a los tiempos de Sarah; y mi testosterona, que debe estar por las nubes, no me alivia mis impuros pensamientos.

Me he levantado a eso de las tres de la mañana y he cruzado el campamento hacia el barracón de las mujeres. Tras observar que todas dormían plácidamente he ingresado en el interior y me he recostado al lado de Rosa. Le he tapado la boca y despertado con cálidos besos en su mejilla, de una manera dulce... (deseaba tanto que sintiera mi cariño...)
Al principio la joven parecía asustada pero más adelante, al reconocerme, ha dejado de forcejear y se ha abandonado a mis besos y caricias...

No me siento orgulloso de lo que he hecho y seguramente mucha gente me lo recriminaría si se enterara, pero mi cuerpo y mente lo necesitaban.
Hoy por fín puedo dormir del tirón.
Mañana comienza mi viaje... será otro día.
Buenas noches Nessie.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli XI

Hoy ha venido a verme Rosa a la radio. Te preguntarás Nessie quién es y por qué he tardado tanto en hablarte de ella. Rosa es una chica latina, la típica chiquilla de algún jefecillo de banda de capital. Ahora cuenta con 20 años, tenía 15 cuando el mundo se fue al garete. Se ve que pasó una experiencia traumática con sus padres devorando vivo a su hermanito pequeño. ¿A quién no le marcaría eso por el resto de su vida?
El hecho es que desde que llegó con el último grupo he notado que me iba lanzando miradas... que me ponían a cien. No ha pasado ni una noche en que mi pensamiento en ella no me halla ayudado a masturbarme, sin embargo me sabía fatal por Sarah (aún la tengo muy presente, pero sé que tengo que pasar página...)
Como te contaba, ha venido a verme y se me ha insinuado. Yo me he hecho bastante el tonto pero ¡qué diablos! creo que me la tiraré el día antes de irme si puedo.

Un hombre tiene sus necesidades... ¿Algún consejo?

jueves, 6 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli X

He hablado con Daniel, y contrario a lo que me pensaba no ha rechazado mi idea de irme de la comuna. Parece que los dos viejos también se han cansado de mi carácter arisco y han decidido desprenderse de mí. De todas maneras debían encontrarse con remordimientos porque Daniel me ha dicho que me espere hasta la semana que viene cuando el "sacerdote" Morgan pase de nuevo por la comuna para llevarme a la siguiente.
Lo único que siento es abandonar la radio. Quizás otra parte de mi humanidad se disuelva de nuevo. Mañana me he propuesto escuchar todos los discos, todas las canciones y abandonarme a mis pensamientos. Le he dicho a la vieja Úrsula que tenía trabajo y me ha preparado dos bocadillos para pasar mañana. Pienso que la he aliviado al no estar en las comidas, si por ella fuera no saldría de la azotea nunca.

Parece Nessie que de nuevo estamos tú y yo solos.
Vuelvo a tener esa sensación... la sensación del silencio.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli IX

Durante toda esta noche que hemos permanecido en vela el "supuesto" zombie no ha aparecido.
Y digo supuesto porque ahora mismo no se lo que realmente ví.
La gente del complejo me mira con desdén como si estuviera loco. Ni yo mismo puedo estar seguro, quizás fuí víctima de mi paranoia o una pesadilla demasiado real me confundió. No lo sé.
Pero parece que la gente me culpa por lo que dije ver, cuando me ven recuerdan y recordar les hace daño.
Quizás deba abandonar esta comuna para irme a otra... hablaré hoy mismo con Úrsula y Daniel para intentar hacerles entender que será lo mejor para todos. No me gusta, ya me había hecho mi sitio aquí y comenzaba a conocer gente... aunque me seguía costando abrirme. De todas maneras abandonar aquello a lo que has llamado hogar después de tanto tiempo huyendo cuesta.
Cuesta mucho.

Te prometo grandullón contarte más. Un abrazo.

martes, 4 de diciembre de 2007

Diario de Petrelli VIII

Creo que he visto uno.
Esta misma noche me ha tocado turno de guardia y lo he visto. Ahora no puedo casi despegar los ojos del horizonte. Su sombra recortada contra la luz de la luna, me ha recordado hechos pasados. Si es eso cierto Nessie, puede que ya no vuelva a escribirte y en la siguiente noche estemos todos muertos.

Esta mañana he informado de lo que vi la noche anterior. La preocupación se ha extendido en la comuna. No pienso dormir en toda esta noche... y lo más seguro es que nadie lo haga, visto lo visto.
Hemos informado por radio a los sacerdotes de las inmediaciones y a otros destacamentos.
Nadie parece creer que eso fuera posible, que uno de los no-muertos cruzara las barricadas significaría una brecha en nuestra seguridad y el fin.
Espero que podamos volver a escribirnos, pero si no es posible... ha sido un placer conocerte.

Peter Petrelli, hombre asustado y humano vivo.